Una firma para Ariel

Me acuerdo como si hubiese sido ayer ese día en el que la selección Argentina perdió frente a Bolivia 6-1 en territorio boliviano. Lo tengo tan grabado en la cabeza, porque como buen argentino, siempre apoye a mi selección.

El día en que la selección se subía al avión desde Santa Cruz de la sierra en el aeropuerto Viru Viru con destino a La Paz, mi familia y yo, junto con 2 personas más éramos los 7 gatos locos que nos plantamos en el aeropuerto a hacer la "hinchada".

No me puedo olvidar de ese día, toda la selección concentrada, bajando del bus para inmediatamente subirse al avión, mientras nosotros gritábamos al unísono "Argentina", "Argentina", "Argentina".

Los jugadores empiezan a bajar del bus de a uno y a subir al avión mientras gritába sus nombres, dejando la voz, pidiendo por un saludo. Uno a uno grite sus nombres, pero como dije antes, estaban todos concentrados, con sus auriculares puestos, preparándose para el encuentro. Hasta qué grite Tevez. Esa imagen no me la saca nadie de la cabeza. El apache se dio la vuelta, levanto la mano y devolvió el saludo. Nunca me voy a olvidar de ese gesto. Y mucho menos de que Carlitos Tevez se dio la vuelta y saludo cuando grite su nombre.

Hoy casi cuatro años después, la Selección Argentina vuelve a estar en la ciudad, una vez más preparándose para el encuentro y esta vez se hospedan a menos de un quilómetro de casa.

Mañana en la mañana se van a La Paz, y como la última ves, ahí estaré para alentarlos sin importar que.

Me encantaría poder cumplir el sueño, de muchos yo creo, que la selección me regale su firma.

Así qué hoy vengó a pedirles. Me ayudan a cumplir el sueño?

Recaída

Ayer, hace unos minutos atrás, prendí un cigarrillo.
No significaría nada de no ser porque hacían un año, dos meses y veinticuatro días deje de fumar.

No se exactamente porque, aunque tengo la idea que el estar rodeado de gente fumando pudo haber sido uno de los motivos. No es una justificación, fui débil, no aguanté.

Pero mirando el lado positivo, reafirme la idea de que no quiero volver a fumar.

Volvemos el contador a cero...