Mas de Yoarimo

miércoles, 13 de julio de 2011

Farmacia

Hace unos días atrás, madre me mando a comprar unos medicamentos a la farmacia y a pagar el teléfono y la luz. Por suerte el la luz y el teléfono también las puedo pagar en la farmacia.

Aunque si analizamos al situación, no se si "suerte" sea la palabra adecuada. Por un lado, el que este todo en un mismo lugar me ahorra el tener que ir de un lado al otro. Compro y pago todo de un solo viaje. Hasta acá todo bien.
Pero se complica un poco, cuando vemos que tenemos, por un lado, la gente que va a comprar medicamentos y por otro los que van pagar sus facturas. A estos, hay que sumarle los que, como yo, van a hacer las dos cosas. Podemos decir que, teniendo esto en cuenta, las filas no van a se cortas.

Cuestión, llego a la farmacia y justo sobraba un espacio en el estacionamiento. Me estaciono, cuidadosamente, me bajo, y pongo la alarma.

No es por creído, pero soy un genio estacionando. Incluso cuando salimos y yo no manejo, mis amigas me piden que les estacione el auto. En fin, deje casi un metro entre auto y auto.

Hice aproximadamente tres pasos, cuando una señora con problemas de sobre peso me dice en un tono poco agradable:

- Señora: Podes correr el auto, no me puedo subir.

- Yo: Pero tiene espacio para subir.

- Señora: Lo podes correr o no? Te digo que no puedo subir.

- Yo: Claro, no hay problema.

Mientras me subía a la camioneta, en mi cabeza pensaba: Gorda de mierda y la puta que te parió, tenés razón, como vas a pasar por ahí con esos 120 kilos que tenés encima.

Lo peor de todo es, que en su cabeza, ella creía que yo era el culpable. Que alguien me explique que culpa tengo yo de que se la pase comiendo rosquillas glaseadas, churros con dulce de leche, panqueques, chocolates, etc? Ella es la gorda, no yo. Yo no tengo la culpa de que no tenga la suficiente fuerza de voluntad para decir no. De que no tenga la iniciativa de hacer algo con respecto a su cuerpo.

Saque la camioneta, se subió a su auto, este bajo 10 cm, se fue y yo volví a mi lugar.

Entre a la farmacia, saque un numero e hice la cola. Después de unos 13 minutos me tocaba pasar. Llego a la caja y el chico me dice:

- Chico de la caja: Te puedo ayudar en algo?

- Yo: No, hice la cola y espere 10 minutos para saber como estabas. Claro que quiero algo!

- Chico de la caja: (Me miro y no supo que decir)

Por ahí fue un poco hijo de puta, pero era una de las cosas que siempre quise hacer. Igual que la que tengo planeada para los de la empresa de teléfono. Es bastante divertido, los invito a que hagan la prueba.

Le entregue las facturas, le pedí los medicamentos, pague y me fui.

En cuanto salga la de la empresa de teléfono, hago un post al respecto.

2 comentarios:

  1. Mira lo de las Gordas! ya estoy arto, ellas creen que su problema es nuestro y siempre hay que entenderlas, puede que una embarazada o un discapacitado me llege al corazon pero una gorda Jamas! ahora no quiero ser malo pero esas actitudes con los cajeros son mias! yo ataco a empleados como si fueran mis esclavos! ni hablar de los McDonnals que yo perteneci a uno!

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  2. Marcelo, Si de por si es complicado entender a las mujeres, sumado que son gordas... no. Atacar a los empleados es lo mas. Ahora estoy por destruir a uno, ya viene el post. Abrazo!

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